La paradoja del ahorro: cuando guardar para el futuro arruina el presente
Ahorrar es de sabios. Eso nos dicen desde pequeños. Que hay que guardar para tiempos difíciles, que no se puede vivir al día, que hay que pensar en el futuro. Y todo eso es cierto… hasta que todo el mundo lo hace al mismo tiempo.
Porque entonces, el resultado puede ser que todos terminemos ahorrando menos, ya que el exceso de ahorro puede generar una crisis económica, y y por lo tanto, hacer que tengamos menos dinero.
El dinero es energía, necesita moverse para que el sistema funcione.
El razonamiento individual tiene lógica… Imagínate que ves las noticias y todo pinta regular: la economía está inestable, hay despidos, la inflación se mueve como un yo-yo y entonces tú decides cortar gastos. Menos cenas fuera, nada de caprichos, y el viaje de verano… ya si eso. Lo lógico: gastas menos para ahorrar más.
El problema viene cuando no eres el único que se da cuenta. Todos a tu alrededor piensan igual y entonces nadie compra, nadie gasta, nadie invierte y entonces el efecto colectivo es desastroso.
Aquí es donde empieza la reacción en cadena cuando todo el mundo se pone en modo “hormiga” al mismo tiempo:
- Las empresas venden menos
- Al vender menos y tener más gastos que ingresos, recortan producción.
- Como recortan producción, despiden empleados.
- Los desempleados gastan sus ahorros para sobrevivir.
- El gobierno pierde dinero con los subsidios por desempleo, por lo que sube los impuestos para recaudar más.
- La gente que trabaja se empobrece, y la gente que tiene ahorros también son atacados por la subida fiscal.
- Resultado: Una crisis económica, nadie con dinero, problemas de liquidez en las empresas y dificultad para volver a generar empleo y volver al punto correcto.
El golpe maestro: ese deseo colectivo de ahorrar más ha acabado provocando que haya menos dinero para ahorrar.
¿Qué demonios ha pasado aquí?
Lo que ha pasado es que el gasto de unos es el ingreso de otros. Es decir, si tú dejas de ir al bar, el camarero cobra menos. Si nadie compra ropa, la tienda cierra. Si nadie reforma la casa, el albañil se queda sin faena. Y así, como fichas de dominó, el sistema se enfría. Y cuando se enfría, la economía se contrae. A eso se le llama una recesión. Y las recesiones, por si tenías dudas, no son precisamente buenas para el ahorro.
John Maynard Keynes, el economista británico con pinta de profesor de Hogwarts que revolucionó la economía en el siglo XX, ya se dio cuenta de esto, cuando la economía no era tan compleja ni avanzada como ahora, ni el mundo tan globalizado.
En su obra comentaba estos aspectos y desarrolló su propia teoría para salir de recesiones económicas, por supuesto haciendo que el dinero se mueva.
Para Keynes, en una recesión económica, lo que se necesita no es más ahorro, sino más gasto, o al menos, que alguien gaste a lo grande. Él proponía que estado fuera el que haga el desembolso económico a través de inversión pública. porque si nadie mueve el dinero, los ingresos de la gente disminuyen, y sin ingresos, no hay economía que aguante.
¿Entonces ahorrar es malo? ¡No, tranquilos! El ahorro es bueno y necesario, pero hay que hacerlo bien.
Como todo en economía, el contexto importa. En una economía estable o en crecimiento, ahorrar significa invertir: meter tu dinero en el banco, en un fondo, en una empresa. Eso hace girar la rueda. Pero en medio de una tormenta económica, si todos se meten bajo la manta, el barco se hunde más rápido.
Hay muchas formas de ahorrar, y la más inteligente, tanto para cada persona como para la economía general es hacerlo a través de inversiones, en activos que hagan crecer tu capital. Dejar tus ahorros estáticos cada vez es menos efectivo, la inflación cada vez es más grande, los impuestos a los ahorros también, por lo que dejar tu dinero quieto solo provoca que tengas cada vez menos dinero.
Moraleja: Ahorrar está bien, pero si todos se aprietan el cinturón a la vez, al final no queda ni para comprarse los pantalones.
3 comentarios
Milton fridman es contrario a los keynesianos , considera que no debe haber intervención estatal , ni sobre oferta monetaria , el mercado debe regularse básicamente con la inversión privada .
Gracias por el artículo, quien diría que desde ese ángulo las cosas tienen mucho sentido. Pues como todo en la vida, todo debe ser a su medida,ni más ni menos,👌. Y lo más importante, hay que VIVIR y disfrutar del tiempo que nos puede sorprender 😜👌. Buen artículo chicos.
Gracias por el artículo, quien diría que desde ese ángulo las cosas tienen mucho sentido. Pues como todo en la vida, todo debe ser a su medida,ni más ni menos,👌. Y lo más importante, hay que VIVIR y disfrutar del tiempo que nos puede sorprender 😜👌. Buen artículo chicos.