La crisis del fentanilo. ¿Por qué está muriendo gente?

Desde 2022 aproximadamente, los medios de comunicación con demasiada frecuencia nos impactan con la noticia de una nueva muerte en el mundo provocada por el fentanilo. Lo cual genera desconcierto por ser algo relativamente nuevo que antes no sucedía o sucedía muy poco, expectación por no saber que está sucediendo para que esto ocurra y hasta desconfianza y miedo, puesto que el fentanilo es un medicamento habitual utilizado en medicina para paliar dolores graves.

Tiene una explicación muy sencilla, pero antes necesitamos comprender algunos conceptos.

¿Qué es el fentanilo?

El fentanilo es un opioide muy potente utilizado en medicina con una potencia de unas 100 veces superior a la de la morfina. Se utiliza en quirófano como anestesia en algunas intervenciones y como analgésico para tratar dolores graves en post-operatorio, dolores extremos y dolores de pacientes terminales.

El fentanilo tiene una acción muy rápida pero también se elimina muy rápido a través del hígado, por lo que tiene un efecto muy potente y breve, y es tremendamente adictivo, incluso pacientes controlados pueden desarrollar adicción con pocas dosis.

Seguridad del fentanilo

El fentanilo es un medicamento que se utiliza en entornos médicos controlados debido a su gran potencia. Los médicos anestesiólogos o especialistas en el manejo del dolor lo administran en dosis muy precisas para evitar efectos adversos y sobredosis, por lo que está siempre muy controlado. Aunque es muy eficaz para el tratamiento del dolor, requiere un control riguroso porque pequeñas variaciones en la dosis pueden llevar a consecuencias graves.

En fentanilo en el uso médico es muy seguro, por lo que puedes confiar en tu médico si te lo prescribe para tratar alguna dolencia, ya que va a calcular de forma muy precisa la dosis y la frecuencia con la cual debes medicarte.

Administración del fentanilo

Vía intravenosa (IV)

• Dosis habitual: 0.05 - 0.1 mg.
• Hace efecto en 1-2 minutos, alcanza el pico de analgesia en 2-5 minutos y su duración es de 30-60 minutos.
• Uso principal: Se utiliza en hospitales, especialmente en procedimientos quirúrgicos y en unidades de cuidados intensivos para el control del dolor agudo. También en emergencias para manejo rápido del dolor.
• Modo de administración: El fentanilo se inyecta directamente en una vena mediante un catéter intravenoso o una inyección.
• Ventajas: Proporciona un alivio casi inmediato del dolor y permite un control ajustado de la dosis.

Parche transdérmico

• Dosis habitual: 0.012 - 0.1 mg/hora (dependiendo del nivel de dolor y la tolerancia del paciente).
• Hace efecto en 12-24 horas, alcanza el pico de analgesia en 24-72 horas y su duración es de 48-72 horas.
• Uso principal: Tratamiento del dolor crónico, generalmente en pacientes con cáncer o dolor persistente no controlado por otros opioides.
• Modo de administración: El parche se aplica en la piel y libera fentanilo de manera continua.
• Ventajas: Proporciona un alivio constante del dolor durante largos periodos, reduciendo la necesidad de dosis frecuentes.

Tabletas, pastillas o comprimidos bucales (Lozenges o piruletas)

• Dosis habitual: 0.1 - 1.6 mg (según el nivel de dolor).
• Hace efecto en 5-15 minutos, alcanza el pico de analgesia en 20-30 minutos y su duración es de 60-120 minutos (1-2 horas)
• Uso principal: Tratamiento del dolor irruptivo en pacientes con enfermedades crónicas, especialmente cáncer.
• Modo de administración: Se disuelven lentamente en la boca, permitiendo la absorción a través de la mucosa oral.
• Ventajas: Ofrecen un alivio rápido del dolor y son fáciles de usar sin necesidad de inyecciones o dispositivos.

Spray nasal

• Dosis habitual: 0.1 - 0.8 mg (según el nivel de dolor).
• Hace efecto en 5-10 minutos, alcanza el pico de analgesia en 20-30 minutos y su duración es de 60-120 minutos (1-2 horas).
• Uso principal: Para el tratamiento del dolor irruptivo en pacientes con enfermedades crónicas como el cáncer,  que no pueden tomar medicamentos orales o prefieren una vía de administración más rápida.
• Modo de administración: Se rocía en la cavidad nasal y es absorbido rápidamente a través de la mucosa nasal.
• Ventajas: Proporciona un alivio rápido del dolor sin necesidad de inyecciones o pastillas.

Inyecciones intramusculares

• Dosis habitual: 0.05 - 0.1 mg.
• Hace efecto en 7-8 minutos, alcanza el pico de analgesia en 20-30 minutos y su duración es de 60-120 minutos (1-2 horas).
• Uso principal: Manejo del dolor agudo en situaciones de emergencia o durante procedimientos quirúrgicos, cuando la vía intravenosa no está disponible.
• Modo de administración: El fentanilo se inyecta en un músculo grande, como el muslo o el glúteo.
• Ventajas: Fácil de administrar en situaciones donde no se puede acceder a la vía intravenosa.

Inhalador

• Dosis habitual: 0.1 - 0.4 mg (según la fórmula disponible).
• Hace efecto en 1-5 minutos, alcanza el pico de analgesia en 10-20 minutos y su duración es de 60-120 minutos (1-2 horas).
• Uso principal: Tratamiento del dolor irruptivo en pacientes con enfermedades crónicas o postoperatorios, adecuado para situaciones donde el paciente requiere un alivio inmediato del dolor, pero no puede utilizar otras vías de administración.
• Modo de administración: El paciente inhala el fentanilo en forma de aerosol, lo que permite una rápida absorción a través de los pulmones.
• Ventajas: Proporciona un alivio extremadamente rápido, sin necesidad de administración oral o inyecciones.

La crisis del fentanilo

La llamada crisis del fentanilo está motivada por 5 factores clave, que al juntarse entre ellos convierten al fentanilo en una sentencia de muerte si se administra como droga recreativa.

Punto 1: Perfil de seguridad, dosis analgésica VS dosis letal.

El fentanilo también tiene un perfil de seguridad muy ajustado: la diferencia entre una dosis terapéutica y una dosis letal es alarmantemente pequeña, por lo que administrado por personal no capacitado para ello puede provocar una sobredosis muy fácilmente.

La dosis analgésica del fentanilo generalmente van de 0.05 mg a 0.1 mg para proporcionar un alivio rápido y eficaz del dolor. Este tipo de dosis está ajustada cuidadosamente para evitar efectos secundarios graves, y su administración siempre debe estar bajo control médico.

La dosis letal del fentanilo es sorprendentemente baja en comparación con su dosis analgésica. Se estima que tan solo 2 mg de fentanilo pueden ser suficientes para causar la muerte en una persona adulta. Lo equivalente a 10 granos de sal. 

El fentanilo es tan potente que incluso cantidades minúsculas pueden tener efectos devastadores. La depresión respiratoria, en la que el cuerpo simplemente olvida cómo respirar, es una de las causas más comunes de muerte por sobredosis.

Por lo tanto, es una de las drogas más peligrosas si no se usa correctamente. La diferencia entre una dosis que alivia el dolor y una dosis que puede causar la muerte es muy pequeña, lo que lo convierte en una sustancia de alto riesgo fuera del control médico.

Opioide	Dosis analgésica (mg)	Dosis letal aproximada (mg)
Fentanilo	0.05 - 0.1 mg	Menor a 2mg
Morfina	10 - 30 mg	120 - 200 mg
Oxicodona	5 - 15 mg	80 - 160 mg
Hidromorfona	2 - 4 mg	50 -100 mg
Codeína	30 - 60 mg	240 - 500mg
Metadona	5 - 10 mg	50 - 100 mg
Buprenorfina	0.3 - 0.6 mg	70 - 100 mg
Tramadol	50 - 100 mg	2000 mg

Punto 2: Capacidad de generar adicción

Su capacidad para generar adicción es tan poderosa debido a cómo interactúa con el sistema nervioso central, particularmente con el circuito de recompensa del cerebro.

¿Cómo genera adicción el fentanilo?

Cuando el fentanilo se une a los receptores opioides en el cerebro, desencadena una serie de reacciones químicas que tienen un profundo impacto en la liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado con la sensación de placer y recompensa. Esta liberación de dopamina es la clave de su potencial adictivo. En términos simples, el cerebro aprende rápidamente a asociar el uso de fentanilo con sensaciones placenteras, lo que provoca un deseo de repetir la experiencia.

Dosis de dopamina y comparación con otras sustancias

El fentanilo, al igual que otros opioides, tiene la capacidad de provocar un aumento significativo de los niveles de dopamina en el cerebro. Estudios indican que los opioides pueden aumentar los niveles de dopamina en más de un 200% en comparación con los niveles normales. Este aumento es mucho mayor que el que se obtiene con actividades naturales que también liberan dopamina, como comer, hacer ejercicio o tener relaciones sexuales.

Para ponerlo en perspectiva:

• Comida: Un aumento moderado de dopamina, alrededor de un 50%.
• Ejercicio físico intenso: Un aumento de dopamina de aproximadamente un 100%.
• Relaciones sexuales: Un aumento de dopamina de entre 100-200%.
• Fentanilo y otros opioides: Un aumento de dopamina que puede superar el 200%, lo que crea una sensación de euforia intensa.

Este incremento en los niveles de dopamina es comparable al de otras drogas altamente adictivas como la cocaína y la metanfetamina, aunque los opioides como el fentanilo actúan a través de diferentes receptores en el cerebro. La diferencia principal es que, mientras que la cocaína o la metanfetamina afectan la recaptación de dopamina, los opioides como el fentanilo directamente provocan su liberación masiva al unirse a los receptores opioides.

Tolerancia y dependencia

La adicción al fentanilo no se desarrolla únicamente por su capacidad de liberar grandes cantidades de dopamina. Con el tiempo, el cerebro se adapta a estas cantidades elevadas de dopamina y se vuelve menos sensible a sus efectos. Este proceso se conoce como tolerancia: el cuerpo necesita dosis cada vez más altas de fentanilo para lograr los mismos efectos que se obtenían inicialmente.

La dependencia surge cuando el cuerpo se adapta tanto a la presencia del fentanilo que ya no puede funcionar correctamente sin él. Si una persona adicta deja de usar fentanilo de manera repentina, puede experimentar síntomas de abstinencia, como:

• Ansiedad intensa.
• Insomnio.
• Náuseas y vómitos.
• Dolores musculares y articulares.
• Sudoración y escalofríos.

Comparación con otros opioides

Aunque todos los opioides tienen un alto potencial adictivo, el fentanilo es particularmente peligroso debido a su potencia. Al ser entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, los usuarios pueden desarrollar tolerancia y dependencia mucho más rápido. Esto significa que, aunque otros opioides como la oxicodona o la morfina también son adictivos, el riesgo de desarrollar adicción con el fentanilo es significativamente mayor debido a su acción rápida y su efecto intenso.

Esta liberación de dopamina provoca una sensación de euforia que puede llevar a la repetición compulsiva del uso, y a medida que aumenta la tolerancia, el usuario se ve atrapado en un ciclo de dependencia.

Punto 3: Fabricación y uso ilegal como droga recreativa

El fentanilo, al ser barato y fácil de producir, se ha convertido en una opción común para los fabricantes de drogas ilegales. Su alta potencia permite que pequeñas cantidades rindan mucho, lo que lo hace ideal para mezclar con otras drogas como heroína o cocaína, reduciendo la cantidad de estas pero potenciando su efecto. Sin embargo, en el mercado ilegal, la pureza de estas mezclas es extremadamente baja y varía de forma impredecible. Esto hace que los consumidores no sepan exactamente cuánto fentanilo están tomando, lo que aumenta drásticamente el riesgo de sobredosis, ya que incluso mínimas dosis mal calculadas pueden ser letales.

Punto 4: Efectos adversos muy graves al mezclarse con otras drogas

Cuando el fentanilo se mezcla con otras sustancias, los efectos adversos pueden volverse extremadamente peligrosos. Dependiendo del tipo de droga con la que se combine, los riesgos se multiplican:

• Con depresores del sistema nervioso central (alcohol, benzodiacepinas): La mezcla potencia el efecto sedante, lo que aumenta el riesgo de depresión respiratoria severa, coma y muerte. Esta combinación es la más peligrosa, ya que ambas sustancias ralentizan el sistema nervioso, pudiendo llevar rápidamente a una parada respiratoria.
• Con estimulantes (cocaína, metanfetaminas): Esta mezcla causa efectos contradictorios en el cuerpo, provocando una sobrecarga del sistema cardiovascular. Aumenta el riesgo de arritmias, paros cardíacos y convulsiones, además de empeorar los efectos neurotóxicos.
• Con otros opioides (heroína, oxicodona): El efecto adictivo y depresor del sistema nervioso central se intensifica, haciendo que las probabilidades de sobredosis se disparen. Las dosis de fentanilo suelen ser difíciles de calcular, lo que incrementa el riesgo de muerte.

Conclusión

El fentanilo como hemos visto, es una droga muy potente y segura cuando se administra por el personal médico, de forma que se administra fentanilo puro y se puede calcular con exactitud la dosis administrada.

La crisis del fentanilo de los últimos años surge de combinar los 4 factores claves mencionados anteriormente:

• Droga con un perfil de seguridad muy bajo. Una dosis levemente superior a la correcta puede provocar la muerte.
• Droga muy barata y fácil de fabricar ilegalmente, por lo que se usa para rebajar la cantidad de otras drogas vendidas más caras y aumentar su potencia. No se conoce su pureza y por lo tanto la sobredosis está casi asegurada.
• Droga con efectos adversos muy graves al combinarla con otras drogas, por lo que al venderse mezcladas y sin control de pureza la muerte es muy probable.
• Droga terriblemente adictiva, probablemente la que más rápido y más fuerte genera adicción y dependencia de las existentes.

Y se acabó el artículo :(

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