Problemas de alto riesgo: La celulitis infecciosa

Problemas de alto riesgo: La celulitis infecciosa

La celulitis es una afección de esas que podemos considerar de tratamiento sencillo pero de un riesgo muy alto si no se trata correctamente o se ignora. Por lo que aunque sea una enfermedad de muy buen pronóstico, el paciente no puede omitir sus cuidados, o podría perder su vida.

La celulitis infecciosa, como realmente se llama, nada tiene que ver con la celulitis estética, que no conlleva ningún riesgo fatal para la salud. Aunque su nombre sea el mismo, sus realidades son bien diferentes.

En este artículo vamos a ir al detalle de la enfermedad para explicarla de la mejor manera posible.

  • ¿Qué es?
  • ¿Por qué se produce?
  • ¿De dónde salen estas bacterias?
  • ¿En que partes del cuerpo se produce?
  • Factores de riesgo
  • ¿Por qué es tan grave?
  • Complicaciones
  • ¿Cómo se trata?
  • Recomendaciones

¿Qué es la celulitis infecciosa?

La celulitis infecciosa es una infección bacteriana aguda del tejido conectivo de la dermis y la capa subcutánea de la piel, que se caracteriza por inflamación, enrojecimiento, dolor y, a menudo, un aumento de la temperatura local, es decir, lo que se conoce como flogosis.

Celulitis infecciosa
Fuente: wikimedia.org

Técnicamente, la celulitis infecciosa involucra varios procesos patológicos y microbiológicos:

  • Invasión bacteriana: La infección es comúnmente causada por bacterias grampositivas, en particular Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus.
  • Respuesta inmunitaria e inflamación: Una vez que las bacterias invaden el tejido, el sistema inmune responde, provocando una cascada inflamatoria. Los leucocitos, principalmente los neutrófilos, son atraídos al sitio de la infección, liberando enzimas y citocinas que resultan en los signos clínicos clásicos de la celulitis: rubor (enrojecimiento), calor, tumefacción (hinchazón) y dolor.
  • Propagación y edema: La inflamación aumenta la permeabilidad vascular, lo que lleva a la extravasación de líquidos y células en el tejido subcutáneo, causando edema. La extensión de la infección puede ser facilitada por enzimas bacterianas como hialuronidasas y proteasas.

¿Por qué se produce?

Como se explica en el apartado anterior la celulitis es una infección bacteriana que se produce por la presencia en la superficie de la piel de Streptococcus pyogenes o Staphylococcus aureus. En una piel sana, estos patógenos no suponen ningún problema pero si hay una ruptura en la barrera cutánea, como una herida, abrasión, quemadura, picadura de insecto o inyección, estas bacterias se desplazan a través la herida, superan la epidermis y se alojan en las capas subcutáneas de la piel, donde comienza a infectar el tejido conectivo y a propagarse.

¿De dónde salen estas bacterias?

El Streptococcus pyogenes es una bacteria NO saprófita, lo que indica que no es parte de las bacterias presentes en un cuerpo humano sano. Esta bacteria se contagia por contacto con otros humanos a través de contacto directo, heridas o las gotículas de la respiración o estornudos. También puede contagiarse a través de utensilios contagiados, alimentos o por la respiración en ambientes mal ventilados y húmedos. Cuando entra en el cuerpo a través de la respiración es causante de infecciones en las vías respiratorias altas, como la faringitis, pero cuando se queda sobre nuestra piel, puede crear una celulitis si se produce una herida. La mejor forma de evitar que produzca una celulitis es con una buena higiene personal, especialmente en el lavado de manos.

El Staphylococcus aureus es una bacteria saprófita, es decir, que la tenemos todos de forma natural en el cuerpo humano, sobre la superficie de nuestra piel, por lo que no hay que buscar como eliminarla. Para evitar que produzca una celulitis lo mejor es desinfectar la herida en cuanto se produce o limpiar la piel sana con alcohol u otro desinfectante antes de extraerse sangre, inyectarse un medicamento o hacerse un tatuaje.

¿En que partes del cuerpo se produce?

La celulitis infecciosa puede producirse en cualquier parte del cuerpo dónde se produzca una herida, aunque hay algunas zonas más comunes que otras, aunque más por motivos circunstanciales que por la enfermedad propiamente dicha.

  • Miembros inferiores: Especialmente en la parte inferior de las piernas. Esta es una de las áreas más comunes debido a la mayor exposición a lesiones y la circulación sanguínea que puede ser menos eficiente en estas áreas, especialmente en personas mayores o con ciertas condiciones médicas, que se detallarán más adelante.
  • Cara: La celulitis en la cara puede ser particularmente preocupante debido a la cercanía al cerebro y a estructuras vitales.
  • Brazos y manos: Aunque menos comunes que en las piernas, las infecciones en brazos y manos pueden ocurrir, especialmente en personas con sistema inmune comprometido.
  • Área torácica y abdominal: Aunque es menos común, la celulitis puede desarrollarse en el torso y el abdomen, particularmente en personas con obesidad o cirugías recientes.

Factores de riesgo

  • Las personas con mala circulación en las piernas, como las que sufren de diabetes o enfermedad arterial periférica, tienen un mayor riesgo de complicaciones graves, ya que la infección puede ser más difícil de controlar.
  • Las infecciones alrededor de los ojos (celulitis periorbitaria) o en los tejidos profundos de la mejilla (celulitis facial) necesitan atención médica inmediata, debido a la proximidad de los vasos sanguíneos al cerebro y a ganglios linfáticos.
  • Las personas con sistemas inmunitarios comprometidos, como aquellos con VIH/SIDA, diabetes, en tratamiento con inmunosupresores, pacientes oncológicos o esplenectomizados (extirpación del bazo), tienen una alta probabilidad de complicaciones en caso de desarrollar una celulitis.
  • Las partes del cuerpo con linfedema o edema crónico son más propensas a infecciones y son más difíciles de tratar, ya que tienen la circulación linfática comprometida, lo que provoca una respuesta inmune débil y eso dificulta la detección de la infección (respuesta inmune débil -> síntomas menos evidentes -> detección mas tardía de la infección) y facilita la propagación rápida de la infección a otras partes del cuerpo.

¿Por qué es tan grave?

La celulitis es una afección que se cura rápido y de una forma sencilla cuando se trata al inicio de la infección, con los primeros síntomas, pero si no se trata rápidamente o no se siguen estrictamente las indicaciones médicas puede tener consecuencias muy graves para la salud:

Rápida propagación: Esta infección puede extenderse rápidamente a través del tejido de la piel y a las capas subyacentes, afectando áreas grandes en poco tiempo. Si no se trata, la infección puede diseminarse al sistema linfático y al torrente sanguíneo.

Potencial para complicaciones severas: La celulitis infecciosa puede llevar a complicaciones graves como septicemia (infección en la sangre), abscesos (colecciones de pus), necrosis del tejido (muerte del tejido), o fascitis necrosante (una infección rápida y grave del tejido que puede destruir músculos, grasa y tejido de la piel).

Riesgo en personas vulnerables: Personas con sistemas inmunitarios debilitados, diabetes, enfermedades vasculares periféricas, obesidad, o edema crónico tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves a partir de la celulitis infecciosa.

Secuelas a largo plazo ya que puede llegar a causar daño permanente en el tejido, lo que puede llevar a problemas crónicos como linfedema (hinchazón debido a la acumulación de líquido linfático).

La creciente resistencia a los antibióticos puede hacer que el tratamiento sea más complicado y menos efectivo, lo que aumenta el riesgo de complicaciones.

Complicaciones

De todas las complicaciones posibles que tiene la celulitis, hay dos especialmente graves. La sepsis o septicemia y la fascitis necrosante.

La sepsis se produce cuando la infección alcanza el torrente sanguíneo y se propaga por todo el cuerpo, ya que comienza a provocar fallos en los órganos, el cuerpo responde de forma irregular a la infección al no ser capaz de luchar contra todos los focos y si no se controla inmediatamente puede causar la muerte del paciente. También aumenta la presión arterial por lo que podría provoca accidentes cardiovasculares en el corazón o el cerebro.

La fascitis necrosante es una infección bacteriana grave y rápidamente progresiva que afecta el tejido conectivo que recubre los músculos, nervios, grasas, vasos sanguíneos y fascia. Esta enfermedad, a menudo denominada "enfermedad devoradora de carne" es muy grave y para evitar que llegue a provocar una sepsis mortal puede requerir una cirugía de extirpación de los tejidos necrosados, que en el caso de ser en extremidades, podrían ser amputadas.

¿Cómo se trata?

El tratamiento de la celulitis infecciosa generalmente comienza con la administración de antibióticos para combatir la infección bacteriana. La elección del antibiótico depende de varios factores, incluyendo el tipo de bacteria sospechosa de causar la infección, la gravedad de la infección, y si el paciente tiene alergias a ciertos medicamentos. En casos leves a moderados, los antibióticos orales suelen ser suficientes y se administran durante un período de 7 a 14 días. Es crucial completar el curso completo de antibióticos para garantizar que la infección se elimine por completo. Además, se puede recomendar elevar la zona afectada para reducir la hinchazón y el dolor, y se aconseja reposo para acelerar la recuperación.

En casos más graves o en pacientes que no responden a la terapia oral, puede ser necesaria la hospitalización para administrar antibióticos intravenosos. La monitorización y el tratamiento de las posibles complicaciones también son importantes. En algunas situaciones, puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica, especialmente si hay signos de absceso (acumulación de pus) o de necrosis del tejido. El cuidado de la herida y un seguimiento adecuado son esenciales para asegurar la curación y prevenir la recurrencia. Además, para los pacientes con factores de riesgo como diabetes o mala circulación, el manejo de estas condiciones subyacentes es vital para evitar futuras infecciones y complicaciones asociadas.

Recomendaciones

Por último, aquí tienes un decálogo de recomendaciones en caso de sufrir una celulitis infecciosa. 

  1. Busca atención médica tan pronto como notes los signos y síntomas de la celulitis, como enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor en un área de la piel. No demores en buscar ayuda, ya que un tratamiento temprano puede prevenir complicaciones.
  2. Si se te recetan antibióticos, asegúrate de tomarlos exactamente como se indica y de completar todo el curso del tratamiento, incluso si los síntomas mejoran antes de finalizarlo.
  3. Sigue las indicaciones de cuidado de la herida que te dé tu médico. Esto incluye limpiarla adecuadamente y mantenerla cubierta, si es necesario.
  4. Elevar el área infectada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor.
  5. Reposo absoluto: Descansar y evitar la actividad física ayudar a acelerar la recuperación.
  6. Vigila los síntomas y busca atención médica inmediata si la infección parece empeorar, si desarrollas fiebre alta, si los síntomas se extienden rápidamente, o si experimentas náuseas, vómitos o confusión.
  7. Si tienes condiciones que aumentan el riesgo de celulitis, como diabetes o mala circulación, asegúrate de manejar estas condiciones de manera efectiva.
  8. Mantén una buena higiene, especialmente el lavado regular de manos, para prevenir la propagación de infecciones.
  9. No te automediques ni uses remedios caseros sin consultar primero con un profesional de la salud.
  10. Seguimiento con tu médico para asegurarte de que la infección se ha resuelto completamente, recuerda que aunque los síntomas desaparezcan, la infección puede continuar presente.

Por último, recuerda que la detección y tratamiento temprano, convierte esta afección grave en algo casi anecdótico.

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3 comentarios

Excelente información

Edson André

Es una dolencia que necesita atención médica oportuna.

Victor

Muy bien explicado.

Edurne

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