Probablemente, te estés preguntando qué relación existe entre los elementos mencionados en el título, ya que a priori no parecen tener mucha relación. No te preocupes, todas tus dudas quedarán resueltas, pero para ello tendrás que leer hasta el final.
El síndrome compartimental es una afección grave y potencialmente mortal, especialmente cuando es resultado de un accidente o traumatismo severo. Existen casos leves, como aquellos que afectan a a algunos deportistas debido a movimientos muy específicos de su disciplina, como en el caso de los pilotos de motociclismo, ya que es frecuente que desarrollen esta dolencia en los antebrazos. En estos casos se le denomina como síndrome compartimental crónico y suele tratarse con una cirugía programada. Sin embargo, hay situaciones críticas causadas por fracturas o aplastamientos en las cuales es imperativo acudir al hospital de inmediato. En estos escenarios extremos, en ocasiones es necesario amputar la extremidad afectada para salvar la vida del paciente.
¿Pero, qué significa el síndrome compartimental?
El cuerpo humano está dividido en compartimentos de músculos, nervios y vasos sanguíneos. Estos compartimentos están rodeados por la fascia, una envoltura de colágeno que forma parte del tejido conectivo, muy flexible, resistente, pero no elástica, su función es proteger lo que hay debajo y lo hace muy bien, si no fuera por la fascia cualquier golpe fuerte supondría una rotura muscular, pero esa falta de elasticidad es la clave del síndrome compartimental.
Debido a accidentes o por problemas deportivos, a veces la presión dentro de estos compartimentos puede aumentar drásticamente, ya que la fascia es altamente resistente y no es elástica, por lo que provoca que el aumento del volumen interno llegue a colapsar la circulación sanguínea de la zona, desencadenando una serie de reacciones en cadena que conducen a la muerte del paciente si no se trata a tiempo.
En el caso de fracturas abiertas (el hueso sale a través de la piel hacia el exterior), aunque como fracturas sean más graves y tienen otras complicaciones graves derivadas, es menos probable que se produzca un síndrome compartimental, ya que precisamente al romper los tejidos, dificultan que haya un exceso de presión interior.
Curiosidad: Un síndrome compartimental agudo también puede ser provocado por una quemadura de tercer grado, ya que aumenta la presión interna, o por un vendaje muy apretado.
¿Cuáles son las complicaciones del síndrome compartimental si no se trata?
Fase 0. Accidente. El paciente sufre por ejemplo el aplastamiento de una pierna por culpa de que le ha caído sobre la misma un objeto contundente y muy pesado. Caso habitual en la construcción. El impacto provoca daños internos en los tejidos y a consecuencia del golpe comienza a inflamarse, como el volumen crece y la fascia no se estira, la presión interna aumenta hasta que llega el punto en que la circulación sanguínea se interrumpe.
Fase 1. Daño tisular. Si no se restaura el flujo sanguíneo normal en las zonas afectadas, los tejidos que no tienen irrigación comienzan su necrosis (muerte celular) y liberan toxinas que llegan al torrente sanguíneo.
Fase 2: Rabdomiólisis. Tras la necrosis, el tejido muscular se comienza a descomponer y a liberar mioglobina en la sangre. La mioglobina en sí no es mala, ya que es una proteína que es parte del tejido muscular, y es la encargada del transporte de oxígeno dentro del músculo y de darle ese color rojizo característico. El problema es que la mioglobina no debe llegar a la sangre, porque al llegar a la sangre termina por llegar a los riñones, y estos son incapaces de filtra la mioglobina. Como los riñones no son capaces de procesarla, la mioglobina se acumula y los riñones colapsan, dejando de cumplir su función principal.
Llegados a este punto, ya nada podrá salvar al paciente, que terminará por fallecer por una de estas dos causas.
Causa de muerte 1 por síndrome compartimental. Insuficiencia renal provocada por la rabdomiólisis. Mortal en pocas horas si no se consigue restaurar la normalidad antes, incluso en el caso de que consiga salvarse la vida del paciente, puede llegar a provocar la muerte de los riñones y que sea necesario un transplante, debiendo el paciente realizar diálisis hasta encontrar un órgano compatible.
Causa de muerte 2 por síndrome compartimental. Septicemia. Es una infección grave de la sangre provocada por las bacterias liberadas por la necrosis de los tejidos lesionados, que se expande rápidamente a todo el cuerpo, provocando un fallo multiorgánico.
¿Cuál es el tratamiento del síndrome compartimental?
El tratamiento del síndrome compartimental tiene que ser realizado siempre por un cirujano, ya que es un proceso muy complejo y delicado.
El tratamiento consiste en una cirugía de urgencia llamada fasciotomía.
- La fasciotomía consiste en cortar la piel y el tejido subcutáneo de la zona afectada hasta llegar a la fascia, que es la que mantiene la presión en el interior de la misma.
- Una vez el cirujano alcanza la fascia, debe hacer cortes largos longitudinales en toda la zona afectada para poder liberar la presión interna en primer lugar y para poder evaluar el estado de los tejidos en segundo lugar.
- Una vez cortada toda la fascia se evalúan los tejidos debajo de la misma, y en caso de estar necrosados ya, se deben desbridar (se cortan y se extraen fuera del cuerpo) para evitar que continúen contaminando la sangre. En caso de fracturas óseas, se deberá reparar el hueso afectado también.
- Postoperatorio. En función de la evolución del paciente y los daños internos, es probable que en vez de coserse de nuevo la fascia y todos los tejidos, se dejen los cortes abiertos al aire libre durante unos días, hasta que la situación hemodinámica y cardiovascular del paciente se normalice. En este caso se coloca un vendaje suave estéril sobre las heridas y se pueden administrar antibióticos para reducir el riesgo de infección.
Como puedes ver, la fasciotomía es una cirugía compleja, muy invasiva y que además tiene una recuperación complicada, ya que necesita de un tiempo de monitorización e inmovilización postoperatorio largo y que las lesiones del accidente y las que provoca la cirugía se curen para poder volver a la normalidad.
En casos muy graves, cuando el daño de los tejidos internos ya es completo o no hay tiempo suficiente para poder hacer la operación sin perder al paciente antes, el médico amputa la extremidad afectada para salvarle la vida.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome compartimental?
Dado que este problema interrumpe la circulación sanguínea, tras un traumatismo o aplastamiento, los síntomas que pueden surgir incluyen:
- Dolor intenso y desproporcionado: A menudo es más intenso de lo que se esperaría dada la lesión inicial y no se alivia con medicamentos para el dolor. El dolor puede empeorar con el estiramiento del músculo afectado.
- Parestesia: Sensaciones anormales, como hormigueo o entumecimiento, en el área afectada.
- Pérdida de función: La extremidad o área afectada puede no funcionar adecuadamente.
- Pulso débil o ausente: Debido al aumento de la presión en el compartimento, se puede comprometer la circulación, lo que lleva a un pulso débil o ausente más allá del sitio afectado.
- Piel pálida y tensa: La piel sobre el compartimento afectado puede parecer brillante y tensa, debido al déficit de circulación sanguínea.
¿Y qué tiene que ver todo esto con la serie Perdidos?
Atención: No es spoiler después de casi 20 años, si no la has visto ya, es que nunca la vas a ver.
Como curiosidad, en la serie Perdidos, cuando el bueno de Boone Carlyle muere, lo hace a causa de un síndrome compartimental tras caerse dentro de una avioneta amarilla por un barranco.
Esta caída le provoca una fractura muy grave y un aplastamiento al caerle encima la carga del avión. Cuando John Locke lo lleva malherido e inconsciente a junto el Dr Jack Shephard, este le miente al doctor y le dice que ha tenido una caída, omitiendo la parte del aplastamiento y por lo tanto provocando que se no se trate la lesión de la forma correcta (fasciotomía o amputación).
Cuando Jack descubre la verdad del accidente, ya es demasiado tarde y decide amputarle la pierna, aunque finalmente no llega a producirse porque Boone ya está muy grave y termina muriendo. En el momento de su muerte Boone está sudando mucho, por lo que en su caso la muerte se produjo por septicemia y no por rabdomiólisis, ya que la fiebre tan alta no es una característica de la rabdomiólisis.
Aquí puedes ver la secuencia completa:
¿Y Qué tiene que ver todo esto con la viagra?
Después de haber leído todo el artículo te habrás dado cuenta de que el síndrome compartimental puede producirse en cualquier parte del cuerpo en la que la presión interna pueda aumentar lo suficiente como para producir un necrosis de los tejidos. Estos tejidos también incluyen el pene.
Aunque parezca complicado tener un traumatismo tan grave en las zonas íntimas (aunque no imposible) hay una situación mucho mas común que puede provocar un síndrome compartimental agudo ahí abajo. La erección.
La erección en sí no supone un gran problema ya que no se prolonga durante mucho tiempo seguido, pero básicamente cada erección es un inicio de síndrome compartimental, ya que los cuerpos cavernosos se llenan de sangre, se hinchan, provocan la rigidez del órgano y una fuerte presión interna, con menor circulación sanguínea, es decir, un síndrome compartimental de manual.
Cuando las erecciones duran horas, como cuando se abusa indebidamente de las famosas pastillas azules para combatir la impotencia sexual, se puede llegar a el punto de provocarse un síndrome compartimental agudo, que conlleva la hospitalización del paciente o incluso su muerte. En este caso, como el pene no tiene tejido muscular, no libera mioglobina, por lo que no se produce rabdomiólisis, pero si que se pueden necrosar los tejidos, por lo tanto el problema en este caso de síndrome compartimental es la septicemia provocada por la necrosis de los cuerpos cavernosos.
En esta situación, el tratamiento suele consistir en la inyección de una solución antagónica que vacíe los cuerpos cavernosos o directamente en un drenado del miembro para sacar la sangre de su interior.
Aunque es poco frecuente este tipo de situaciones, pueden pasar y pasan, por lo que si eres de los que tiene maratones sexuales, hazlos más cortitos :)
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2 comentarios
Pues pensaba que la fascia era elástica…. Y he descubierto que la fascia profunda no se expande. Muy interesante el artículo.
Interesantísimo!! Muy bien explicado y fácil de comprender aunque no tenía ni idea de lo que era ni cómo tratarlo.