¿Cuáles son las diferentes técnicas de diagnóstico por imagen y cuándo se utilizan?

¿Cuáles son las diferentes técnicas de diagnóstico por imagen y cuándo se utilizan?

Cuando tenemos algún problema de salud, o queremos prevenirlo, muchas veces nuestro médico nos indica que se debe hacer alguna prueba diagnóstica para evaluar nuestro estado de salud.

En la mayoría de los casos (siempre es la opción preferida) estas pruebas serán pruebas de diagnóstico por imagen, ya que son poco o nada invasivas, indoloras y permiten evaluar nuestro cuerpo de una manera rápida y precisa, sin apenas riesgos para la salud. Solo cuando estas pruebas no sean suficientes o no aclaren la dolencia completamente, se realizarán otras pruebas invasivas como analíticas, biopsias, punciones o cateterismos, entre otras.

¿Pero que tipos de diagnóstico por imagen hay? ¿Para que se utilizan y cuando? ¿Cuáles son nocivas para la salud? ¿Qué inconvenientes tienen?

Aquí te lo contamos. 

Tipos de pruebas diagnósticas

Ecografía

La ecografía es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia (inaudibles para los seres humanos) para crear imágenes del interior del cuerpo. Es un método seguro, no invasivo y que no utiliza radiación ionizante, por lo que se puede utilizar todo lo que se necesite sin ningún riesgo ni para el paciente ni para el personal sanitario que está haciendo el diagnóstico. Es especialmente útil en el seguimiento de embarazos, evaluación de órganos abdominales y monitorización del corazón.

Por el contrario, la ecografía no es útil para ver problemas óseos, órganos recubiertos de hueso como el cerebro, órganos llenos de aire como los pulmones ni en general ninguna dolencia que se encuentre muy profunda dentro de algún órgano o tejido.

El sensor que se pone sobre la piel (transductor), emite los ultrasonidos y los recibe instantáneamente. En función de las características de los tejidos, el sonido de vuelta se atenúa y distorsiona de una manera u otra, por lo que se utiliza la señal que retorna para generar la imagen que se representa en el monitor. Antes de la prueba, se aplica un gel sobre la piel para que no haya aire entre el transductor y la piel, ya que el aire dificulta la recepción de los ultrasonidos.

La principal ventaja es que es una prueba muy accesible (un ecógrafo tiene un coste muy bajo) y que permite la monitorización en tiempo real, ya que lo que se ve en la pantalla es lo que se recibe inmediatamente en función de la posición del transductor. Por el contrario, sus resultados son más complicados de interpretar ya que su precisión es menor, por lo que el análisis depende en gran medida de la habilidad de quién realice la prueba.

Curiosidad: La ecografía no es efectiva en tejidos huecos o llenos de aire, como por ejemplo los pulmones, ya que el aire dificulta la propagación de los ultrasonidos y por lo tanto solo se muestra en la pantalla como una zona negra, por eso en las ecografías abdominales se recomienda beber un vaso de agua, ya que la vejiga vacía, pero llena de aire, actuaría como una barrera que no permitiría ver a través de ella el resto de órganos (zona negra), pero al llenarse de agua se comporta como una "ventana transparente" a los ultrasonidos que permite ver a través de la misma como si la vejiga no estuviera presente.

Origen: La ecografía utiliza el mismo concepto tecnológico que los radares de aviación o el sónar de los barcos. Tiene sus orígenes en la década de 1940, tras la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente explorada por el Dr. Karl Theo Dussik en Austria para intentar diagnosticar tumores cerebrales, la aplicación médica de la ecografía avanzó significativamente en la década de 1950 gracias a investigadores como John Wild, John Reid, y especialmente el obstetra escocés Ian Donald, que la utilizó en el campo de la obstetricia, liderando el desarrollo de los primeros escáneres comerciales.

 

Esquema de ecografía abdominal
Fuente: cancer.gov

Ecografía doppler

La ecografía doppler es un tipo de ecografía que tiene las mismas características que la ecografía tradicional, pero que utiliza el efecto doppler presente en la circulación sanguínea para poder determinar el flujo de sangre por las venas, su diámetro, estenosis e incluso detectar ateromas (acumulaciones de colesterol).

El efecto doppler, descubierto por el físico Austriaco Christian Doppler en 1842, describe cómo la frecuencia de una onda cambia en relación a su observador (o sensor) en función de si se acerca o se aleja de la fuente de la onda.

Curiosidad: Además de generar imágenes que muestran la velocidad y dirección del flujo sanguíneo, la ecografía Doppler puede convertir estas mediciones en sonidos audibles. Esto permite a los médicos no solo ver, sino también escuchar el flujo de sangre a través de arterias y venas, proporcionando una manera intuitiva de detectar anomalías como estenosis arterial o insuficiencias valvulares cardíacas.

Origen: La integración del efecto Doppler en la tecnología de los sistemas de ecografía no se produjo hasta la década de 1970, dónde marcó un avance crucial, permitiendo la visualización en tiempo real del flujo sanguíneo y transformando el diagnóstico y tratamiento de condiciones cardiovasculares.

 

 

 Fuente: diplomadomedico.com/principios-ecografia-doppler

Radiografía

La radiografía es una prueba diagnóstica muy común, de las más utilizadas habitualmente, y se utiliza sobre todo para evaluar lesiones y enfermedades óseas, pulmonares, dentales o la detección de cuerpos extraños, como objetos introducidos accidentalmente en el cuerpo o la revisión de la colocación de implantes internos, como un marcapasos o una prótesis.

La radiografía funciona emitiendo rayos X. Se coloca al paciente entre el emisor de rayos X y una placa receptora. Como los rayos X atraviesan completamente el cuerpo humano menos las superficies muy duras como los huesos u objetos metálicos, entonces la placa receptora recibirá los mismos rayos emitidos menos aquellos que impactaron contra huesos, metales o tejidos muy densos, por lo que coloreará esas zonas de color más claro.

  • El metal aparece completamente blanco (radiopaco)
  • El hueso aparece casi blanco
  • La grasa, el músculo y los líquidos aparecen como sombras en tonos grises
  • El aire y el gas aparecen en color negro (radiotransparentes)

Los rayos X son un tipo de radiación ionizante, es decir, que utilizada en exceso puede tener efectos nocivos para la salud, como la generación de tumores cancerígenos, pero puedes estar MUY tranquilo, ya que la cantidad de radiación recibida por ejemplo, en una radiografía de tórax, es equivalente a la radiación natural que hay en el ambiente de 10 días (0.1 mSv), valores muy alejados de los márgenes de riesgo, por lo que puedes hacerte tantas radiografías como tu médico considere necesarias.

Evolución: Las radiografías tradicionales, se imprimían en unas láminas compuestas de poliéster y haluro de plata. Estas láminas se colocaban dentro de la placa receptora, por lo que absorbía la radiación ionizante que había salido del cuerpo. Estas láminas luego se procesaban con unos químicos para diferenciar las zonas de alta radiación (tejidos blandos que atravesaban los rayos X), coloreadas en color negro, de los huesos y materiales duros (no atravesados por los rayos X), que se coloreaban en color blanco. El proceso era muy similar al revelado de películas fotográficas de la fotografía analógica tradicional.

Hoy en día, con la digitalización del mundo, este proceso ya no se realiza, ya que se reemplaza la placa receptora por una placa de miles de sensores que permiten traducir la radiación de cada punto a una corriente eléctrica, que se envía al ordenador y genera la imagen digital, siendo un proceso muy similar también al de la fotografía digital.

De esta manera la prueba es más rápida, sencilla de gestionar y económica, pero sobre todo tiene 2 ventajas fundamentales: la resolución y calidad es mucho más alta, ya que permite distinguir mejor zonas de radiación intermedia y además evita la contaminación que provocaban las radiografías impresas al tirarse a la basura, por culpa del haluro de plata que contenían. En los hospitales menos modernos, todavía se encuentran algunas máquinas de radiodiagnóstico tradicionales, aunque por suerte cada vez menos.

Origen: El 8 de noviembre de 1895, el físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen descubrió por accidente los rayos X mientras investigaba la fluorescencia violeta que generaban los tubos de rayos catódicos en su laboratorio. Röntgen observó que un material fluorescente en su laboratorio comenzó a brillar a pesar de estar protegido de la luz visible por una pantalla de cartón negro, lo que indicaba que estaba siendo afectado por un tipo de radiación desconocida que era capaz de atravesar la pantalla, a la que denominó radiación X, por no saber de dónde venía. La primera radiografía que tomó fue de la mano de su esposa, Bertha, mostrando claramente sus huesos y su anillo de bodas. Gracias a este descubrimiento ganó el primer premio Nobel de Física en 1901.

Mano con anillos. La primera radiografía de la historia.

Radiografía moderna

Curiosidad: Durante la primera guerra mundial, los coches de rayos X equipados por Marie Curie cruzaron el campo de batalla para ayudar a los cirujanos a detectar la ubicación exacta de las balas de los soldados heridos antes de operar. Esto fue tan útil e importante, que una vez finalizada la Gran Guerra, la radiología fue reconocida como una especialidad médica independiente y se crearon las primeras cátedras en las universidades.

Tomografía computarizada

La tomografía computarizada (TC) es una técnica de radiodiagnóstico que utiliza la misma base científica que la radiografía, los rayos X, por lo que también genera radiación ionizante.

Esta prueba diagnóstica permite generar imágenes detalladas de secciones transversales del cuerpo, a diferencia de las radiografías convencionales, que proporcionan una imagen plana y a menudo superpuesta de estructuras internas.

La TC ofrece una representación interactiva en 3D que permiten ver los órganos, huesos y otros tejidos en gran detalle desde diferentes ángulos, ya que va generando una imagen completa del cuerpo por capas, con las cuales genera por ordenador esa representación interactiva en 3D.

El tomógrafo es un anillo gigante a través del cual se desplaza el cuerpo del paciente para generar las diferentes capas, para lo cuál el paciente se acuesta en una camilla motorizada, que se desliza hacia el centro del anillo. Dentro de este, un tubo de rayos X gira alrededor del paciente, emitiendo haces de rayos X desde múltiples ángulos. Los detectores opuestos al tubo de rayos X capturan las ondas de radiación que han pasado a través del cuerpo, y esta información se envía a una computadora. La computadora procesa estos datos para generar imágenes en secciones transversales del cuerpo, que se almacenan en un fichero bajo un estándar llamado DICOM, para poder ser examinadas a posteriori por el especialista.

Una de las principales ventajas de esta técnica es su capacidad para proporcionar imágenes extremadamente claras de diferentes tipos de tejido, lo que es especialmente útil para detectar enfermedades y lesiones en etapas tempranas. Se utiliza ampliamente para evaluar traumas, diagnosticar cáncer, estudiar vasos sanguíneos (angiografía por TC), guiar procedimientos de biopsia, planificar tratamientos de radioterapia y mucho más.

Aunque la TC es una herramienta diagnóstica poderosa, también implica una mayor exposición a la radiación en comparación con las radiografías convencionales. Por ello, su uso se justifica cuidadosamente en situaciones donde los beneficios del diagnóstico preciso y la planificación del tratamiento superan el riesgo asociado con la exposición a la radiación. Las innovaciones tecnológicas continúan mejorando la eficiencia de los escáneres CT, reduciendo la cantidad de radiación necesaria para obtener imágenes de alta calidad.

La dosis de radiación absorbida por el paciente es bastante mayor que en una radiografía. Por comparar con el ejemplo anterior, mientras que una radiografía de tórax le supone al paciente una radiación de 0.1 mSv, una tomografía de tórax conlleva una radiación de unos 7mSv, es decir, que equivale a hacerse unas 70 radiografías. A pesar de lo que pueda parecer, sigue siendo una prueba completamente segura, lejos de los márgenes de peligro, por lo que no debes temer nada si tienes que hacerte una de estas pruebas. Aún así, debido a su mayor exposición a la radiación, siempre se recomienda esta prueba cuando el resto de pruebas no aportan la información necesaria para evaluar el problema del paciente. En cualquier caso, la dosis recibida cada vez será menor con la continua evolución de la ciencia. En 1972 el tiempo empleado en cada exploración era de 5 minutos, pasó a 2 segundos en 1977 y actualmente duran del orden de milisegundos.

Origen: Inspirados por la idea de que se podría reconstruir una imagen tridimensional del cuerpo a partir de múltiples radiografías tomadas desde distintos ángulos, el físico sudafricano Allan MacLeod Cormack publicó en 1963 los fundamentos teóricos de la tomografía computarizada, aunque sin lograr una aplicación práctica.

Independientemente, el ingeniero electrónico inglés, Sir Godfrey Newbold Hounsfield, desarrolló el primer prototipo de un tomógrafo de rayos X para el cerebro en 1967, realizando la primera TC cerebral en un paciente en 1971 en Londres. Hounsfield patentó el escáner de TC en 1972, dando inicio a los ensayos clínicos en hospitales del Reino Unido y Estados Unidos.

Esta increíble innovación les valió el Premio Nobel de Medicina en 1979, cambiando para siempre el mundo del diagnóstico médico.

Tejidos: Como homenaje a Hounsfield las unidades que definen las distintas atenuaciones de los tejidos estudiadas en TC se denominan unidades Hounsfield (UH). Estas unidades varían de -1000 a 1000, siendo -1000 el aire (negro absoluto), 0 el agua y 1000 los huesos (blanco absoluto)

Fuente: https://www.scielo.org.co

Fuente: By Yan Luo and Ce Bian - https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fonc.2022.962613, CC BY 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=139774802

 

Curiosidad: Una curiosidad fascinante sobre la tomografía computarizada es que el desarrollo de esta tecnología innovadora estuvo parcialmente financiado por los ingresos de un éxito musical. Sir Godfrey Hounsfield trabajaba para EMI Laboratories en el Reino Unido, la misma compañía que poseía el sello discográfico de los Beatles. En la década de 1960 y principios de los 70, los Beatles estaban en la cima de su popularidad y generaban enormes ingresos. Parte de estos ingresos se invirtió en proyectos de investigación y desarrollo dentro de EMI, incluido el trabajo pionero de Hounsfield en la tomografía computarizada. Así, los éxitos de los Beatles no solo dejaron una marca indeleble en la música, sino que también ayudaron indirectamente a financiar uno de los avances más significativos en la historia de la medicina diagnóstica.

Tomógrafo moderno.
Fuente: De daveynin from United States - New UPMC EastUploaded by crazypaco, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20326407


Interior de un tomógrafo axial computarizado. Leyenda: D: detectores de radiación. T: tubo emisor de rayos X. X: haz de rayos X. R: rotación del "gantry".
Fuente: CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1664367

Resonancia magnética

A menudo la resonancia magnética y la tomografía computarizada se confunden por el gran público. Pueden parecer similares dado que ambas obtienen una imagen tridimensional del cuerpo del paciente y ambas consisten en pasar al paciente por un aro. Pero su base científica es completamente diferente.

A diferencia de la radiografía y la tomografía computarizada, que utilizan rayos X, la resonancia magnética emplea potentes campos magnéticos y ondas de radio para generar imágenes de órganos, tejidos blandos, y sistemas esqueléticos sin la exposición a radiación ionizante. Por lo que no genera ningún tipo de radiación ni daño al cuerpo del paciente.

El proceso de resonancia magnética implica colocar al paciente dentro de un tubo largo y estrecho, rodeado por un imán gigante. Cuando se activa el imán, los núcleos de hidrógeno presentes en el cuerpo humano, especialmente abundantes en el agua y la grasa, se alinean con el campo magnético. Luego, se emiten pulsos de radiofrecuencia hacia el área específica del cuerpo que se está examinando, lo que altera brevemente la alineación de los núcleos de hidrógeno. Al apagar el pulso, los núcleos vuelven a su alineación normal, emitiendo a su vez señales de radio que son captadas por detectores. La información recogida se procesa mediante algoritmos informáticos para crear imágenes detalladas y en secciones transversales, que pueden ser examinadas desde diferentes ángulos.

Una de las principales ventajas de la RM es su capacidad excepcional para diferenciar entre distintos tipos de tejidos blandos, lo que la hace particularmente útil en la neurología para examinar el cerebro y la médula espinal, en la ortopedia para evaluar lesiones en las articulaciones y los ligamentos, y en la cardiología para visualizar el corazón y sus funciones. También es ampliamente utilizada para detectar tumores y para el diagnóstico de enfermedades en una etapa temprana.

Se prefiere la RM a la TC cuando se necesita más detalles sobre los tejidos blandos, por ejemplo para obtener imágenes de anomalías en el cerebro, médula espinal, corazón, glándulas mamarias, hígado, bazo, páncreas, riñones, útero, ovarios, próstata, etc, ya que es particularmente útil para identificar infecciones, hemorragias, inflamaciones y tumores en estos tejidos. La inyección de un medio de contraste con gadolinio en una articulación permite al médico obtener una imagen más nítida de las anomalías articulares particularmente si son complejas (como las lesiones o la degeneración de los ligamentos y los cartílagos de la rodilla, las rupturas o la hernia discal en la columna).

Fuente: Thomas Angus, Imperial College London, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons

Origen: La resonancia magnética (RM) evolucionó a partir de la resonancia magnética nuclear (RMN), descubierta en 1946 por Felix Bloch y Edward Mills Purcell, quienes recibieron el Premio Nobel de Física en 1952 por su trabajo.

La aplicación de la RMN en medicina comenzó en la década de 1970, con Raymond Damadian demostrando que los tumores pueden diferenciarse del tejido normal mediante RMN. Paralelamente, Paul Lauterbur y Sir Peter Mansfield hicieron avances cruciales que permitieron la generación de imágenes médicas usando RMN, introduciendo el uso de gradientes de campo magnético y desarrollando algoritmos para la formación de imágenes, respectivamente.

Estos avances fundamentales sentaron las bases para el desarrollo de los primeros escáneres de RM en la década de 1970, lo que marcó el inicio de la resonancia magnética como una técnica esencial en el diagnóstico médico moderno, capaz de ofrecer imágenes detalladas sin utilizar radiación ionizante.

Lauterbur y Mansfield recibieron el Premio Nobel de Medicina en 2003.

Tejidos: Los tejidos sólidos, como los huesos duros o las áreas de aire proporcionan señales de resonancia magnética bajas ya que el agua está prácticamente inmovilizada o ausente dentro de ellos. Por esta razón, estos tejidos aparecen oscuros en las imágenes de RM en comparación con los fluidos o los tejidos blandos.

Los fluidos y los tejidos blandos pueden representarse con diferentes contrastes según la potenciación T1 o T2 elegida.

Las potenciaciones en T1 y T2 se refieren a dos diferentes tiempos de relajación que caracterizan cómo los protones del cuerpo regresan a su estado normal después de ser alterados por un campo magnético y ondas de radio. T1 es el tiempo de relajación longitudinal, que mide cuánto tardan los protones en realinearse con el campo magnético externo; se asocia con la recuperación de la energía. T2 es el tiempo de relajación transversal, que indica cuánto tardan los protones en perder la coherencia de fase entre ellos en un plano perpendicular al campo magnético; se relaciona con la dispersión de la energía. Estas propiedades son explotadas para generar diferentes contrastes en las imágenes de RM, permitiendo distinguir entre varios tipos de tejidos en el cuerpo.

En la siguiente imagen se ven dos resonancias magnéticas idénticas, salvo que una está potenciada en T1 (imagen a) y la otra en T2 (imagen b). En la primera vemos como el tumor marcado con la flecha se aprecia mucho mejor que en la prueba en T2. Por lo que es muy importante escoger la configuración correcta en función del problema.

Fuente: https://www.researchgate.net/

Curiosidades: Aunque se utiliza principalmente para diagnóstico en humanos, la RM también se ha aplicado en el estudio de momias antiguas, animales vivos y extintos (incluidos fósiles), y obras de arte, proporcionando información valiosa sin dañar el objeto de estudio.

Algunas tintas de tatuajes contienen metales que pueden reaccionar al campo magnético de la RM, causando incomodidad o incluso quemaduras leves en raras ocasiones.

Debido a que el funcionamiento de la resonancia magnética se base en un imán de altísima potencia, es absolutamente necesario eliminar cualquier objeto metálico del cuerpo, ya que se han dado caso de incluso piercings que han salido disparados hacia el imán, creando una herida al arrancarse del cuerpo. Por este motivo, los pacientes que tienen marcapasos, implantes o prótesis ferromagnéticas no pueden utilizar este tipo de prueba.

Otras pruebas diagnósticas

Aunque no se hayan mencionado hasta ahora, hay otras pruebas diagnósticas que se utilizan frecuentemente, pero que se son derivadas de las tecnologías principales (ultrasonidos, rayos x, magnetismo).

Ecocardiograma: Prueba basada en ultrasonidos. Es una variante específica de la ecografía tradicional. Se realiza con un ecocardiógrafo, que es similar al ecógrafo pero con una pantalla específica para la reproducción del ritmo cardíaco. Puede generar tanto imágenes en 2D como 3D e incorpora también ecografía doppler para el análisis del flujo sanguíneo.

Mamografía: Prueba de referencia para el diagnóstico de tumores en el tejido mamario. Es una aplicación específica de la técnica de la radiografía con rayos X.

Fluoroscopia: Utiliza rayos X para obtener imágenes en tiempo real del interior del cuerpo, permitiendo visualizar el movimiento de estructuras internas y fluidos. A diferencia de las radiografías estáticas, que proporcionan una imagen fija, la fluoroscopia puede mostrar órganos en movimiento, como el corazón latiendo o el tránsito de un medio de contraste a través del tracto gastrointestinal. Según la prueba se le puede dar al paciente un escudo de plomo para proteger de la radiación las partes del cuerpo que no se tengan que analizar.

DEXA (Densitometría ósea): Utiliza dos haces de rayos X de diferentes niveles de energía para analizar la densidad de los huesos. Al pasar a través del hueso, los rayos X son absorbidos en distintos grados por los huesos y los tejidos blandos. La máquina calcula la absorción de cada haz y utiliza esta información para determinar la densidad mineral ósea en la zona examinada. Este procedimiento es rápido, indoloro y expone al paciente a una cantidad muy baja de radiación, significativamente menor que la de una radiografía de tórax convencional.

Imagen por resonancia magnética funcional (IRMf): Permite visualizar y medir la actividad cerebral en tiempo real, basándose en los cambios en el flujo sanguíneo y el consumo de oxígeno en el cerebro cuando este realiza una tarea específica o se encuentra en reposo. Utiliza los mismos principios básicos de la resonancia magnética (RM), pero, en lugar de solo generar imágenes estáticas de la estructura cerebral, la IRMf captura la función cerebral al detectar el aumento del flujo sanguíneo a las regiones activas, un fenómeno conocido como efecto BOLD (Blood Oxygen Level Dependent)

Imagen por tensor de difusión (DTI): Una técnica de RM que mide la difusión del agua a lo largo de las fibras de la materia blanca en el cerebro, proporcionando imágenes de las vías neuronales. Es útil para el diagnóstico de enfermedades cerebrales, lesiones cerebrales traumáticas y trastornos del desarrollo.

Tractografía: Aunque técnicamente parte de la DTI, merece una mención aparte por su capacidad para visualizar y trazar las trayectorias de las fibras nerviosas en el cerebro, lo que ayuda en la planificación prequirúrgica y el estudio de la conectividad cerebral.

Angiografía: Procedimiento de diagnóstico por imágenes que se utiliza para visualizar el interior de los vasos sanguíneos y órganos del cuerpo, especialmente para examinar las arterias, las venas y el corazón. El objetivo es identificar estrechamientos, obstrucciones, aneurismas (dilataciones de los vasos), malformaciones vasculares y otras anomalías vasculares. La curiosidad de la angiografía es que se puede realizar utilizando diferentes técnicas:

  • Angiografía por rayos X (más habitual):

Es el método tradicional que implica el uso de rayos X y un medio de contraste iodado, que se inyecta en el sistema vascular para hacer visibles los vasos sanguíneos en las imágenes de rayos X. Requiere la inserción de un catéter a través de una arteria, generalmente en la ingle o el brazo, que se guía hasta el área de interés.

  • Angiografía por tomografía computarizada (Angio-TC):

Utiliza la tomografía computarizada junto con un medio de contraste intravenoso para obtener imágenes detalladas de los vasos sanguíneos. Es menos invasiva que la angiografía convencional y puede proporcionar imágenes tridimensionales de alta resolución.

  • Angiografía por resonancia magnética (Angio-RM):

Emplea campos magnéticos y ondas de radio en lugar de rayos X. Puede realizarse con o sin medio de contraste, dependiendo del tipo de examen. Es útil para pacientes alérgicos al yodo y para aquellos en los que la exposición a la radiación debe minimizarse.

Endoscopias

La endoscopia es una técnica diagnóstica, y a veces también de tratamiento, que a diferencia de las anteriores, no utiliza diferentes tecnologías para reproducir el interior del cuerpo si no que directamente introduce videocámaras dentro del cuerpo para ver la imagen real. Consiste en un delgado tubo alargado con una cámara de video con luz en un extremo. Este se introduce por la boca, ano, uretra o por una pequeña incisión quirúrgica para llegar a la zona de interés. En función del punto de entrada y área de interés tiene un nombre específico (gastroscopia, colonoscopia, broncoscopia, cistoscopia, etc...) y cuando se utiliza para realizar una cirugía mínimamente invasiva se le denomina laparoscopia, que es la técnica de preferencia habitual para la mayoría de cirugías. Por su propia naturaleza no genera ningún tipo de radiación ni efecto adverso.

Medicina Nuclear

Como se puede predecir por su nombre, sí que tiene radiación ionizante y en dosis mucho más elevadas que los rayos X, por lo que su propósito es mucho más específico y se aplica cuando no hay una alternativa menos ionizante.

La historia de la Medicina Nuclear se remonta a finales del siglo XIX formulación de los rayos X Röentgen 1895 y descubrimiento de la radioactividad del uranio (1896) y de la radioactividad natural (Marie Curie, 1896).

Los aportes multidisciplinarios física, química, ingeniería y medicina de esta especialidad médica hace que sea difícil para los historiadores determinar el nacimiento de la medicina nuclear.

Se considera que los pasos más importantes para la medicina nuclear fueron:

  • La primera utilización de trazadores radioactivos en la exploración biológica por George Hevesy en 1923.
  • El descubrimiento de la producción artificial de radionúclidos por Frédéric Joliot-Curie e Iréne Joliot-Curie en 1934
  • La definición del concepto de tomografía por emisión y transmisión por David E. Kuhl y Roy Edwards en 1950

En 1948, Joseph Rotblat y George Ansell obtienen la primera imagen diagnóstica de una glándula tiroides tras suministrar al paciente un radiofármaco y detectar en el exterior del paciente las emisiones gamma.

La medicina nuclear es una especialidad médica que utiliza radiofármacos para diagnosticar y tratar enfermedades. Estos compuestos, que combinan un isótopo radiactivo con un fármaco transportador, emiten radiación gamma detectable a distancia, permitiendo el diagnóstico. Tras administrarse al paciente el radiofármaco, este se distribuye por los órganos y emite rayos gamma, capturados luego por una cámara gamma. Estas señales se convierten en imágenes 2D y 3D mediante un ordenador.

En esencia, la medicina nuclear ofrece imágenes que muestran la función y las alteraciones moleculares de los órganos, en contraste con solo su estructura. Esto es particularmente útil para detectar enfermedades como el cáncer, donde los tumores pueden mostrarse como puntos de mayor o menor absorción del radiofármaco, denominados “puntos calientes” o “puntos fríos”. Esta capacidad para discernir la actividad celular a nivel molecular hace de la medicina nuclear una herramienta valiosa en el campo del diagnóstico y tratamiento médico.

Tipos de pruebas en la medicina nuclear

Gammagrafía: En esta prueba se inyecta por vía intravenosa un radiofármaco y posteriormente se utiliza una cámara gamma para captar las radiaciones emitidas por el isótopo y formar imágenes 2D. Es muy parecida a una radiografía, pero la fuente de radiación es la desintegración gamma de un radionucleido dentro del cuerpo y no los rayos X generados por un aparato externo.

PET (Tomografía por emisión de positrones): Los tomógrafos crean imágenes 3D detectando fotones gamma emitidos por el paciente, resultado de la aniquilación entre un positrón (del radiofármaco) y un electrón, generando principalmente dos fotones. Para formar la imagen, ambos fotones deben detectarse simultáneamente, en una ventana de tiempo adecuada (nanosegundos) y provenir de direcciones iguales y sentidos opuestos, además de superar un umbral mínimo de energía que confirme que no han sido dispersados significativamente. Estos fotones, capturados en millones de pares, se convierten en señales eléctricas que, tras un proceso de filtrado y reconstrucción, resultan en la imagen final. La PET es muy útil para detectar el Alzheimer, ya que permite tanto identificar células con bajo consumo de glucosa como la presencia de placas amiloides, características típicas de la enfermedad.

SPECT (Tomografía computarizada por emisión de fotón único): El procedimiento de la SPECT es similar al de la PET, pero en SPECT es el isótopo el que emite directamente el rayo gamma, creando imágenes en 3D de manera similar a la gammagrafía. En contraste, en la PET, el isótopo emite un positrón que al aniquilarse con un electrón produce dos rayos gamma. La SPECT es técnicamente más sencilla, ya que utiliza isótopos más accesibles y de mayor vida media, aunque ofrece una precisión menor en la detección del isótopo comparada con la PET.

 

Curiosidad: Como los radiofármacos presentes en las pruebas de medicina nuclear a veces tiene una vida de varios días, en ocasiones el paciente puede quedar aislado para evitar irradiar a otras personas mientras el radiofármaco no desaparece. En función del radiofármaco y las condiciones personales, este aislamiento puede ser hospitalario, domiciliario o de mantener una distancia social determinada.

 

Resumen

Tras haber leído todo este artículo, es importante que entiendas el concepto de ALARA.

ALARA es un acrónimo para "As low as reasonably achievable", que se traduce al español como "tan bajo como sea razonablemente alcanzable". Este principio es fundamental en la práctica de la radioprotección y se refiere a mantener las exposiciones a la radiación y las dosis tan bajas como sea razonablemente posible, teniendo en cuenta 3 factores:

  • Justificación: Cualquier decisión que aumente la exposición a la radiación debe tener más beneficios que riesgos.
  • Optimización: Para las exposiciones que han sido justificadas, las dosis de radiación deben optimizarse para ser lo más bajas posible.
  • Limitación de dosis: Este concepto se aplica principalmente en entornos ocupacionales, donde los trabajadores pueden estar expuestos a la radiación como parte de su trabajo. Se establecen límites máximos de dosis para asegurar que nadie esté expuesto a niveles de radiación que podrían ser perjudiciales.

¿Y qué significa todo esto? Que como paciente, puedes tener tranquilidad, ya que aunque haya pruebas que impliquen más o menos cantidad de radiación ionizante, esta tiene unos niveles bajos y unos criterios de seguridad muy definidos, además de que sólo se van a indicar cuando sean estrictamente necesarias, por lo que realizarte pruebas diagnósticas no te va a enfermar ni perjudicar.

A continuación, un breve resumen de lo que hemos visto.

Técnica de diagnóstico Tecnología ¿Para que sirve? ¿Emite radiación?  ¿Es invasiva? Inconvenientes
Ecografía Ultrasonidos Tejidos blandos superficiales NO NO Poco precisa
Radiografía Rayos X Tejidos y materiales duros, como los huesos. SI NO Ionizante, solo 2D
Tomografía computarizada Rayos X Imagen en 3D del cuerpo humano SI NO Ionizante, menos precisa que RM 
Resonancia magnética Magnetismo Imagen en 3D del cuerpo humano con mayor precisión, enfocado en órganos blandos NO NO Molesta, costosa, lenta, limitada para paciente con implantes.
Endoscopias Videocámaras Ver el interior del cuerpo humano NO SI Invasiva,
Gammagrafía Radiación Gamma Tiroides, artritis, metástasis. SI POCO Solo 2D, costosa, ionizante, público limitado.
PET Radiación Gamma Cáncer y alzheimer SI POCO Poco disponible, costosa por radiofármacos de vida corta.
SPECT Radiación Gamma Trastornos neurológicos y cardíacos SI POCO Radiofármacos de vida larga, más ionizante, poca precisión.

 

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6 comentarios

Súper interesante , me ha mantenido muy atenta su lectura hasta el final.

Edurne

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