Desde el momento en que nacemos, se nos asigna una etiqueta invisible que nos acompañará el resto de nuestras vidas: nuestro grupo sanguíneo. Nos dicen si somos del tipo A, B, AB u O, y si tenemos el factor Rh positivo o negativo. Sin embargo, y aunque esta información es crucial para nuestra salud, rara vez nos detenemos a pensar en qué significa realmente.
¿Por qué es importante conocer nuestro grupo sanguíneo? ¿Qué papel juega cuando donamos o recibimos sangre? Y lo más importante, ¿cómo puede esta información marcar la diferencia en situaciones de emergencia?
Los grupos sanguíneos no solo definen qué tipo de sangre tenemos, sino que también son clave en situaciones médicas como transfusiones, cirugíasn transplantes o incluso embarazos. El sistema ABO y el factor Rh son fundamentales para evitar complicaciones que podrían poner en riesgo la vida.
Te invitamos a descubrir qué son exactamente los grupos sanguíneos, cómo funcionan y por qué son esenciales en el proceso de donación de sangre.
¿Sabías que una sola donación puede salvar hasta tres vidas? Acompáñanos y aprende cómo tu sangre puede ser el mayor regalo que alguien pueda recibir.
Grupo sanguíneo y factor Rh
Los grupos sanguíneos son clasificaciones que se basan en la presencia o ausencia de ciertos antígenos en la superficie de los glóbulos rojos. Los antígenos son las marcas que el cuerpo usa para reconocer sus propias células y distinguirlas de las células invasoras o extrañas, por lo que en caso de recibir células invasoras, el cuerpo las detecta a través de estos antígenos y provoca una respuesta inmunitaria para eliminar esas células. Es el motivo por el que no podemos recibir sangre u órganos incompatibles y también es un punto de estudio principal en el ámbito de las enfermedades autoinmunes, a las que se le dedicará un artículo propio.
El sistema más conocido y utilizado para clasificar los grupos sanguíneos es el sistema ABO, que divide la sangre en cuatro grupos principales: A, B, AB y O.
Sistema ABO
El sistema ABO de grupos sanguíneos fue descubierto por el médico y científico austríaco Karl Landsteiner en 1901. Landsteiner hizo este descubrimiento al observar que cuando mezclaba muestras de sangre de diferentes personas, en algunos casos las células sanguíneas se aglutinaban (se agrupaban), mientras que en otros casos no ocurría ninguna reacción. A partir de estos experimentos, identificó tres tipos diferentes de sangre, que denominó A, B y C (este último más tarde pasó a llamarse O). Poco después, un grupo de estudiantes de Landsteiner identificó el cuarto grupo, el AB.
El descubrimiento de Landsteiner revolucionó la medicina, ya que antes de su trabajo, las transfusiones de sangre eran extremadamente peligrosas y a menudo resultaban en la muerte debido a reacciones inmunológicas causadas por la incompatibilidad entre diferentes tipos de sangre. Gracias a su trabajo, las transfusiones de sangre se volvieron mucho más seguras, ya que los médicos pudieron asegurarse de que los donantes y los receptores tuvieran tipos sanguíneos compatibles.
Por este logro, Karl Landsteiner recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1930, en reconocimiento a su descubrimiento del sistema ABO, que sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la medicina moderna.
- Grupo A: Tiene el antígeno A en la superficie de los glóbulos rojos y el anticuerpo anti-B en el plasma.
- Grupo B: Tiene el antígeno B en la superficie de los glóbulos rojos y el anticuerpo anti-A en el plasma.
- Grupo AB: Tiene ambos antígenos, A y B, en la superficie de los glóbulos rojos y no tiene anticuerpos anti-A ni anti-B. Este es el receptor universal, ya que puede recibir sangre de todos los grupos.
- Grupo O: No tiene antígenos A ni B en la superficie de los glóbulos rojos, pero tiene anticuerpos anti-A y anti-B en el plasma. El tipo O negativo es el donante universal, ya que su sangre puede ser utilizada en personas de cualquier grupo.
Factor Rh
El factor Rh es una proteína conocida como Antígeno D que puede estar presente en los glóbulos rojos. Si la tienes, tu grupo sanguíneo es Rh positivo (Rh+), y si no la tienes, es Rh negativo (Rh-). El Rh juega un papel importante en la compatibilidad para transfusiones de sangre y en los embarazos. Por ejemplo, si una madre Rh negativa está embarazada de un bebé Rh positivo, su sistema inmunológico podría reaccionar contra los glóbulos rojos del feto, lo que puede causar complicaciones si no se trata adecuadamente.
Al combinar el sistema ABO con el factor Rh, obtenemos los ocho tipos principales de sangre:
A+ | A- | B+ | B- | AB+ | AB- | O+ | O-
Cada uno de estos tipos de sangre tiene sus propias características en cuanto a quién puede donar o recibir sangre. Los más comunes son el tipo O+ y el A+, mientras que los más raros son el AB- y el B-.
Herencia del grupo sanguíneo
El grupo sanguíneo se hereda de manera genética, a través de los genes que recibimos de nuestros padres. Cada persona tiene dos alelos (versiones de un gen) para el grupo sanguíneo ABO, uno heredado del padre y otro de la madre. Estos alelos pueden ser A, B o O, y la combinación de estos determinará el grupo sanguíneo de una persona. De manera similar, el factor Rh (+ o -) también se hereda a través de los genes de los padres.
Herencia del sistema ABO
El sistema ABO sigue un patrón de herencia codominante. Esto significa que los alelos A y B son dominantes, mientras que el alelo O es recesivo. Las combinaciones posibles de los alelos que heredamos de nuestros padres determinan nuestro grupo sanguíneo.
Las combinaciones de los alelos para el sistema ABO son las siguientes:
- A + A = A
- A + O = A
- B + B = B
- B + O = B
- A + B = AB
- O + O = O
Ejemplos de herencia del grupo sanguíneo:
- Si ambos padres tienen el grupo sanguíneo A (con alelos AO o AA), es posible que sus hijos tengan grupo A o O, pero no B ni AB.
- Si uno de los padres tiene el grupo A (AO) y el otro tiene el grupo B (BO), el hijo podría tener cualquiera de los cuatro tipos de sangre: A, B, AB u O.
- Si ambos padres tienen el grupo O (OO), sus hijos solo podrán tener el grupo O, ya que el alelo O es recesivo y no hay alelos dominantes A o B presentes.
Herencia del factor Rh
El factor Rh se hereda de manera independiente al sistema ABO y sigue un patrón de herencia dominante-recesivo. El alelo Rh+ es dominante, y el alelo Rh- es recesivo.
- Si una persona hereda al menos un alelo Rh+ de uno de sus padres, será Rh positivo.
- Si una persona hereda dos alelos Rh- (uno de cada progenitor), será Rh negativo.
Ejemplos de herencia del factor Rh:
- Si ambos padres son Rh positivos pero portan un alelo Rh negativo (heterocigotos), es posible que tengan un hijo Rh negativo.
- Si uno de los padres es Rh positivo (con dos alelos Rh+) y el otro es Rh negativo (con dos alelos Rh-), todos sus hijos serán Rh positivos.
- Si ambos padres son Rh negativos, todos los hijos serán Rh negativos.
Compatibilidades en la donación:
A+ -> Puede donar a A+ y AB+
A- -> Puede donar a A+, A-, AB+ y AB-
B+ -> Puede donar a B+ y AB+
B- -> Puede donar a B+, B-, AB+ y AB-
AB+ -> Puede donar a AB+
AB- -> Puede donar a AB+ y AB-
O+ -> Puede donar a A+, B+, AB+ y O+
O- -> Puede donar a todos A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-
¿Por qué un Rh+ solo es compatible con otro Rh+ mientras que el negativo es compatible Rh+ y con Rh-?
La compatibilidad del factor Rh en transfusiones de sangre está relacionada con la presencia o ausencia del antígeno D en la superficie de los glóbulos rojos. Este antígeno es lo que distingue a las personas con Rh positivo de las que son Rh negativo.
¿Por qué Rh+ solo puede recibir de Rh+?
- Las personas con Rh+ tienen el antígeno D en sus glóbulos rojos. Como ya tienen este antígeno, su sistema inmunológico lo reconoce como propio y no genera anticuerpos contra él.
- Sin embargo, si una persona Rh+ recibe sangre de un donante Rh-, esto no suele causar problemas, ya que la sangre Rh- carece del antígeno D, y el cuerpo del receptor no lo percibe como extraño. Por esta razón, en teoría, las personas Rh+ pueden recibir tanto sangre Rh+ como Rh-.
¿Por qué Rh- solo puede recibir sangre Rh-?
Las personas con Rh negativo no tienen el antígeno D en sus glóbulos rojos, lo que significa que su sistema inmunológico nunca ha estado expuesto a él. Si una persona Rh- recibe sangre de alguien con Rh+, el antígeno D en la sangre Rh+ será reconocido como algo extraño. Como respuesta, el sistema inmunológico de la persona Rh- producirá anticuerpos contra el antígeno D.
Este ataque del sistema inmunológico puede causar una reacción hemolítica, en la que los glóbulos rojos transfundidos son destruidos, lo que puede provocar complicaciones graves, como anemia severa, insuficiencia renal o incluso la muerte. Por eso, las personas con Rh- deben recibir sangre únicamente de donantes Rh negativos, para evitar este tipo de reacciones.
¿Por qué Rh- es compatible con Rh+ y Rh- al donar?
En términos de donación de sangre, una persona Rh negativa puede donar a alguien que sea Rh positivo porque la sangre Rh- no contiene el antígeno D, lo que la convierte en una “sangre neutral” en cuanto al factor Rh. Como el receptor Rh+ ya tiene el antígeno D, no habrá una reacción inmunitaria al recibir sangre Rh-, ya que no hay un nuevo antígeno que su sistema de defensa deba atacar.
Curiosidades sobres la sangre, nuestra herencia genética y las donaciones
Por último, algunas curiosidades sobre estos aspectos que esperamos que despierten tu interés:
- A nivel mundial, el grupo más común es el O+, presente en aproximadamente el 40% de la población. El más raro es el AB-, que se encuentra en menos del 1% de las personas. Sin embargo, la distribución de los grupos sanguíneos varía según la región. Por ejemplo, en Asia, el grupo B es más común que en Europa o América.
- Las personas con sangre O negativo se consideran donantes universales. Su sangre puede ser transfundida a personas de cualquier grupo sanguíneo, ya que no tienen los antígenos A, B ni Rh en sus glóbulos rojos, lo que minimiza el riesgo de reacción inmunológica.
- Las personas con el grupo sanguíneo AB positivo (AB+) son los receptores universales. Pueden recibir sangre de cualquier grupo (A, B, AB y O) sin riesgo de que su cuerpo rechace los glóbulos rojos, porque no producen anticuerpos contra los antígenos A, B ni Rh.
- En países como Japón y Corea del Sur se cree que el grupo sanguíneo puede influir en la personalidad de una persona. Por ejemplo, se dice que las personas con grupo A son organizadas y tranquilas, mientras que las de grupo O son más extrovertidas y confiadas. Aunque no hay base científica para estas creencias, la idea está muy arraigada en la cultura popular.
- Algunos estudios han encontrado una relación entre el grupo sanguíneo y la predisposición a ciertas enfermedades. Por ejemplo, las personas con grupo O tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, pero un mayor riesgo de sufrir úlceras estomacales. Las personas con grupos A y AB tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer gástrico.
- Al donar una sola unidad de sangre (aproximadamente 450 ml), se pueden salvar hasta tres vidas. Esto se debe a que la sangre donada se separa en diferentes componentes: glóbulos rojos, plasma y plaquetas, que pueden ser utilizados de manera individual en diferentes pacientes.
- El plasma de personas con grupo AB es especial porque es compatible con cualquier otro grupo sanguíneo, lo que lo convierte en un “donante universal” de plasma. Este plasma se conoce como “plasma dorado” debido a su importancia y utilidad en transfusiones.
- Al igual que en las transfusiones de sangre, la compatibilidad de los grupos sanguíneos es fundamental para los trasplantes de órganos. El órgano de un donante solo puede ser recibido por alguien cuyo grupo sanguíneo sea compatible, o de lo contrario, el receptor corre el riesgo de rechazar el órgano.
- Aunque no es común, se han hecho intentos de trasplantar órganos de animales (como cerdos) a humanos en situaciones desesperadas. Estos se conocen como xenotrasplantes, y la compatibilidad sanguínea es uno de los principales obstáculos para el éxito de estos procedimientos.
- La herencia sanguínea sigue patrones mendelianos: La forma en que heredamos los grupos sanguíneos sigue las leyes de la genética descubiertas por Gregor Mendel. Los alelos A y B son dominantes, mientras que el alelo O es recesivo. Esto significa que dos padres con grupo A y B podrían tener un hijo con cualquiera de los cuatro grupos sanguíneos (A, B, AB o O).
- Dos padres con Rh positivo pueden tener un hijo Rh negativo: Esto ocurre cuando ambos padres son heterocigotos para el factor Rh (tienen un alelo Rh+ y uno Rh-). Si ambos transmiten el alelo Rh- al hijo, este será Rh negativo, a pesar de que ambos padres son Rh positivos.
- Aunque los grupos sanguíneos no son tan precisos como el ADN para determinar la paternidad, pueden proporcionar pistas útiles. Por ejemplo, si un padre es del grupo O y la madre es del grupo AB, no podrían tener un hijo del grupo A o B, ya que los alelos no coincidirían con esa combinación.
Grupo sanguíneo Bombay
El grupo sanguíneo Bombay es una rara variación del sistema ABO, descubierto en Bombay (actual Mumbai) en 1952. Las personas con este grupo sanguíneo carecen completamente del antígeno H, que es un precursor necesario para formar los antígenos A y B en los glóbulos rojos. Como resultado, estas personas parecen tener sangre del tipo O en pruebas clínicas, ya que no cuentan con el antígeno A ni el antígeno B, pero en realidad tienen una mutación que impide la formación del antígeno H.
Las personas con este grupo sanguíneo no pueden recibir transfusiones de sangre de los tipos A, B, AB o incluso O, ya que producirán anticuerpos contra el antígeno H presente en esas sangres.
Solo pueden recibir sangre de otro individuo con el grupo Bombay, lo que puede complicar la disponibilidad de donantes, ya que el grupo sanguíneo Bombay es extremadamente raro.
Se estima que solo alrededor del 0.0004% de la población mundial lo tiene. Es decir aproximadamente 1 de cada 250,000 personas tiene este tipo de sangre.
En algunas regiones de la India, donde fue descubierto, la prevalencia es un poco mayor, afectando aproximadamente a 1 de cada 10,000 personas.
¿Sabías que tu grupo sanguíneo puede cambiar?
Aunque es muy poco probable y está asociado a diferentes enfermedades. En algunas el cambio es temporal durante el transcurso de la enfermedad y en pocas circunstancias este cambio es permanente. El caso más habitual de cambio de grupo sanguíneo permanente es en los transplantes de médula espinal.
En un trasplante de médula ósea, el grupo sanguíneo del receptor puede cambiar si el donante tiene un tipo sanguíneo diferente. Esto ocurre porque la médula ósea es el tejido responsable de producir las células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos, que llevan los antígenos que determinan el grupo sanguíneo. Una vez que la médula trasplantada empieza a funcionar en el cuerpo del receptor, comienza a producir glóbulos rojos con el grupo sanguíneo del donante. Sin embargo, para que el trasplante sea exitoso, es crucial evitar el rechazo, no solo del órgano en sí, sino también de la “nueva sangre” que se produce.
Compatibilidad HLA
La compatibilidad entre el receptor y el donante no se basa solo en el grupo sanguíneo, sino también en los antígenos leucocitarios humanos (HLA). Los HLA son proteínas que se encuentran en la superficie de las células y juegan un papel clave en el sistema inmunológico, ya que ayudan al cuerpo a diferenciar entre sus propias células y las extrañas. Antes del trasplante, se realiza una prueba de compatibilidad HLA para garantizar que el sistema inmunológico del receptor no reconozca la nueva médula como algo “extraño” y no la ataque.
- Cuanto más compatibles sean los HLA del donante y el receptor, menor es el riesgo de rechazo.
- A menudo, se busca a un donante familiar (como un hermano) que tenga una compatibilidad HLA cercana.
Preparación del receptor: quimioterapia y radioterapia
Antes del trasplante de médula ósea, el receptor se somete a un proceso de condicionamiento, que generalmente incluye quimioterapia y a veces radioterapia. Este tratamiento tiene dos objetivos principales:
- Eliminar la médula ósea original del receptor: Para que la médula del donante pueda establecerse y producir nuevas células sanguíneas, es necesario eliminar la médula enferma o dañada del receptor.
- Suprimir el sistema inmunológico del receptor: Esto reduce la posibilidad de que el sistema inmunológico del receptor ataque la nueva médula del donante, lo que podría causar un rechazo.
Administración de inmunosupresores
Después del trasplante, al receptor se le administran medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo. Estos fármacos suprimen la actividad del sistema inmunológico del receptor, reduciendo las probabilidades de que el cuerpo ataque la nueva médula ósea y las células sanguíneas que produce. Los más comunes son la ciclosporina y el metotrexato. Estos medicamentos deben ser cuidadosamente gestionados, ya que reducir demasiado la respuesta inmunitaria puede hacer que el receptor sea más vulnerable a infecciones, con consecuencias fatales.
Control de la evolución
El cambio de grupo sanguíneo no ocurre de inmediato tras el trasplante. En las semanas o meses posteriores, las células sanguíneas del receptor se regeneran progresivamente, reemplazando las viejas células sanguíneas con las nuevas que provienen de la médula del donante. Durante este tiempo, el sistema inmunológico del receptor debe estar suprimido para que las nuevas células puedan coexistir pacíficamente sin desencadenar una respuesta inmunitaria que las ataque.
Los médicos monitorizan regularmente los niveles de células sanguíneas del receptor para asegurarse de que la médula trasplantada está funcionando correctamente y produciendo células sanguíneas sanas. También se controla la presencia de signos de rechazo o complicaciones, y se ajustan las dosis de inmunosupresores según sea necesario.
Y se acabó el artículo :(
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