¿Por qué no debes ver la TV con la luz apagada?

¿Por qué no debes ver la TV con la luz apagada?

Mucha gente disfruta ver la televisión con las luces apagadas, y es fácil de entender, ya que la oscuridad recrea esa atmósfera de cine, donde toda la atención se concentra en la pantalla, creando una experiencia más envolvente.

Esta práctica se ha vuelto común en muchos hogares, especialmente al final del día, cuando buscamos relajarnos y disfrutar de nuestra película o serie favorita en un ambiente más íntimo. Sin embargo, esta costumbre no se limita solo a la televisión. Trabajar con el monitor del PC, usar la tablet o el móvil en completa oscuridad también se ha vuelto habitual. Ya sea por comodidad o simplemente para evitar encender más luces, muchas veces nos encontramos frente a estas pantallas sin pensar en las consecuencias, y aunque parezca inofensivo, hay motivos importantes por los que esta práctica no es tan recomendable como parece.

¿Qué pasa cuando estoy viendo una pantalla con la luz apagada?

Cuando miras una pantalla en un entorno oscuro, tus ojos tienen que enfrentarse a una serie de ajustes que pueden resultar perjudiciales tanto a corto como a largo plazo. Si a corto plazo no notas las consecuencias, o no las atribuyes a esta práctica, a largo plazo las acabarás notando.

Para entender mejor lo que sucede, es importante saber cómo funciona el ojo y qué ocurre cuando lo sometes a estas condiciones de contraste entre la luz brillante de la pantalla y la oscuridad del ambiente.

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La función de la pupila y el iris

Empecemos por la pupila y el iris. La pupila es la abertura que permite la entrada de luz en el ojo, mientras que el iris es el músculo encargado de regular su tamaño. Este proceso ocurre de forma automática: en ambientes oscuros, la pupila se dilata para dejar entrar la mayor cantidad de luz posible, facilitando la visión. Por el contrario, en ambientes luminosos, la pupila se contrae para evitar que un exceso de luz entre en el ojo. Cuando apagas todas las luces para ver la televisión o usar el móvil, tus pupilas se dilatan al máximo como una respuesta natural del ojo, intentando adaptarse a la oscuridad y ayudarte a ver mejor en condiciones de poca luz.

Ahora, cuando introduces una pantalla brillante en un entorno oscuro, tus ojos entran en un estado de conflicto. Por un lado, la luz intensa de la pantalla hace que la pupila deba contraerse para protegerse del exceso de luminosidad. Por otro lado, la oscuridad del ambiente le indica al iris que mantenga la pupila dilatada para captar más luz. Este contraste provoca que los ojos se esfuercen constantemente por adaptarse a dos estímulos opuestos. A corto plazo, este sobreesfuerzo puede causar fatiga visual y aumento de la tensión ocular, manifestándose en síntomas como dolor de cabeza, ojos cansados, sequedad ocular e incluso visión borrosa.

El cristalino y el enfoque

Luego está el cristalino, que es la lente natural del ojo encargada de enfocar la luz que entra a través de la pupila y proyectarla en la retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo. El cristalino es flexible, y cambia su forma para enfocar correctamente los objetos a diferentes distancias. Cuando miras una pantalla con poca luz ambiental, el cristalino también se ve afectado. Debido a que la luz de la pantalla es tan diferente del resto del ambiente, el cristalino tiene que ajustar su enfoque continuamente, lo que puede llevar a problemas de enfoque fluctuante o dificultad para mantener una visión nítida durante periodos prolongados.

A esto se suma el hecho de que las pantallas suelen estar llenas de detalles pequeños y en movimiento (especialmente si estás viendo un vídeo o trabajando con texto). El esfuerzo constante de reajustar el enfoque en estas condiciones puede aumentar la tensión en los músculos oculares, lo que empeora la fatiga visual.

La retina y la luz azul

La retina es una de las estructuras más importantes del ojo, ya que convierte la luz en señales eléctricas que viajan al cerebro para que podamos interpretar lo que estamos viendo. Dentro de la retina, la mácula es la región responsable de la visión central y de los detalles más finos. Cuando miras una pantalla en un entorno oscuro, la retina recibe una exposición desproporcionada a la luz brillante de la pantalla, especialmente a la luz azul, que es común en las pantallas LED.

La luz azul penetra profundamente en el ojo y puede dañar las células sensibles de la retina con el tiempo. Este tipo de luz puede, a largo plazo, contribuir al desarrollo de degeneración macular, una condición que puede afectar gravemente la visión.

Además, la exposición a la luz azul en un entorno oscuro puede alterar los ritmos circadianos del cuerpo, ya que inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, como ya explicamos en este artículo. Esto explica por qué ver pantallas antes de dormir puede provocar insomnio o sueño de mala calidad.

Problemas que puedes llegar a tener por abusar de esta mala práctica

Problemas a corto plazo

  • Fatiga visual o astenopía: Este esfuerzo continuo para adaptarse a las condiciones opuestas de luz genera fatiga visual. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, ojos cansados, sequedad ocular y visión borrosa. La solución más sencilla es mantener un nivel adecuado de iluminación ambiental mientras miras pantallas, lo que reduce el contraste y alivia la tensión en los ojos. También es útil seguir la regla 20-20-20: cada 20 minutos, toma un descanso de 20 segundos mirando algo que esté a 20 pies (6 metros) de distancia.
  • Aumento de la tensión ocular: La tensión ocular puede producirse debido al esfuerzo constante de los músculos oculares para enfocarse en una pantalla brillante en la oscuridad. Esta tensión puede derivar en dolor ocular y dificultad para enfocar a diferentes distancias. A largo plazo, si la tensión ocular no se alivia, puede contribuir al desarrollo de problemas visuales más serios.

Problemas a largo plazo

  • Degeneración macular: La luz azul que emiten las pantallas LED penetra profundamente en el ojo, afectando la mácula, que es la parte central de la retina responsable de la visión detallada. A largo plazo, la exposición excesiva a la luz azul en condiciones de baja iluminación puede aumentar el riesgo de degeneración macular, una enfermedad que afecta gravemente la visión central y detallada. La mácula solo mide unos 5 milímetros de diámetro, pero es crucial para la visión detallada. A pesar de su pequeño tamaño, cualquier daño en esta área puede tener un impacto significativo en la calidad de tu visión.
  • Presión intraocular elevada: El aumento de la presión ocular, cuando es sostenido, puede afectar la retina y el nervio óptico, lo que eventualmente podría contribuir a problemas más graves como el glaucoma. El glaucoma es una de las principales causas de ceguera irreversible en todo el mundo. Sin embargo, con un diagnóstico temprano y tratamiento, se puede controlar y reducir el riesgo de pérdida de visión.
  • Desarrollo de miopía: La exposición prolongada a pantallas, especialmente en condiciones de luz inadecuada, puede provocar el desarrollo o empeoramiento de la miopía, ya que los ojos están forzados a enfocar de manera continua a una distancia cercana.

Alteración del sueño

Otro efecto importante de usar pantallas en la oscuridad es la alteración del sueño. La luz azul inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño. Esto provoca que, si usas pantallas antes de dormir en un entorno oscuro, tu cuerpo tenga más dificultades para relajarse y conciliar el sueño.

Curiosidad

Sabías que, cuando ves una pantalla brillante en la oscuridad, parpadeas menos de lo normal? El parpadeo ayuda a mantener tus ojos hidratados, pero con la concentración en una pantalla, este reflejo disminuye hasta un 50%. Esto explica por qué tus ojos pueden sentirse secos o irritados después de un rato frente a una pantalla. Un truco para evitar esto es recordarte a ti mismo que debes parpadear más a menudo o incluso usar lágrimas artificiales si sueles pasar muchas horas frente a pantallas.

Consejos para evitar problemas

  • En primer lugar, como es obvio, dejar de exponerse a pantallas brillantes en condiciones de baja iluminación, o hacerlo como algo ocasional.
  • Es útil usar filtros de luz azul en tus dispositivos o gafas (si las llevas)
  • Ajustar el brillo de la pantalla siempre al mínimo con el que consigues ver bien.
  • Activar los modos “nocturnos” en los dispositivos, que disminuyen la cantidad de luz azul emitida por la pantalla.
  • Para controlar la presión intraocular, es importante hacer descansos regulares de las pantallas y realizar ejercicios oculares sencillos, como parpadear más a menudo para mantener los ojos lubricados. En casos de presión ocular elevada, los médicos pueden prescribir gotas para los ojos que ayuden a reducir la presión.
  • Intenta reducir el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir y usa modos nocturnos o luces cálidas en tus dispositivos para minimizar la exposición a la luz azul.

Y se acabó el artículo :(

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2 comentarios

Super interesante!! Tomaré nota.

Edurne

INTERESANTE..MUY BUENO.AHOTA CAMBIARÉ DE MIS HÁBITOS ..DE VER CON LUZ. APAGADA.

YSMAEL RAÚL CHIRITO CABREJOS

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